Isma y Txell se casaron en una Masía rural, así que se diseñaron unas invitaciones que hablasen por sí solas del lugar donde se celebraba la boda, pero también de la pareja protagonista.
Se imprimieron unos tarjetones cuadrados en papel verjurado blanco roto y se envolvieron en un papel vegetal con el logotipo de la boda impreso.